lunes, 6 de octubre de 2014

LIBERTAD

- Syndra, sabes, anoche tuve un sueño que me resulto revelador
- ¿De qué se trata?
- Pues verás, eran escenas que se sucedían:  al principio estaba en una habitación y sentí la necesidad de salir, pero la puerta estaba cerrada con llave y empecé a sentirme sofocada y con ansiedad, cada vez veía más borroso hasta que me desmayé – hago una corta pausa y continuo hablando – en la siguiente escena me encuentro atada con cadenas en una cárcel con mil cerrojos esta oscura y solo una tenue luz plateada entra por un tragaluz sucio que está encima mía. Alzo la cabeza para poder contemplar la luz, era la Luna que brillaba en lo alto, me quedé mirándola  y cuando aparté la mirada me encontraba en otro sitio y ni siquiera era una persona, me había trasformado en un pajarillo débil pero igual que en las ocasiones anteriores no podía escapar de la jaula de la que era prisionera, no podía volar para intentar escaparme, tenía las alas heridas y por las plumas cortadas corría sangre escarlata, miraba la ventana con un precioso paisaje fuera pero estaba enjaulado y sin escapatoria, cerré los ojos llorando de dolor y por último al abrirlos me desperté y estaba acurrucada en mi cama, sola, lo más extraño es que el dolor en la espalda persistía como si realmente hubiera tenido alas cortadas, incluso encontré unas plumas bañadas en sangre  bajo la cama…