La fuga
Fiora y yo hemos entrado a comer
en la Posada del Invocador, ya que me invita a comer le he dicho que elija el
sitio que más le guste. Cuando llegamos observo la fachada, no me atrae mucho
la atención y parece un sitio sencillo, pero no puedo ver el interior porque
las cortinas están corridas, supongo que para que el sol no moleste a los
comensales, a estas horas es insoportable… sin embargo el lugar engaña. Cuando
entramos el lugar me gusta, es un sitio moderno, tranquilo y amplio, me
envuelve el aire acondicionado que me alivia el calor exterior.
<< Mmmmm… que
gustito>>
El métier nos acompaña a nuestra
a nuestra mesa, de camino veo algunas caras conocidas y sonriendo les saludo
levemente con la mano. Nos sentamos en una de las mesas del fondo porque el
restaurante está lleno, pero no me importa, el anfitrión nos pasa la carta de
vinos y la de menús y nos deja pensar en que queremos mientras va a atender a otros
clientes que han llegado.
Abro la carta de menús y leo el
contenido.
<< Entrantes: ensalada de la casa,
gazpacho andaluz, encurtidos variados,… mmm creo que la ensalada… primeros platos: rissotto de
verduras, ratatouille, estofado de ternera… madre mía, que bueno debe de estar
todo… ¿Qué me pido?>>
- ¿Quieres una ensalada para las
dos? – le pregunto a Fiora
- Me parece bien – contesta
Iba a añadir algo más, pero se
calla porque le llaman al móvil y lo coge.
- Disculpa – me dice y lo
descuelga - ¿Si?... pero si cuando me he
ido se habían ido todos… además he visto a Annie irse con usted calle abajo… ¡tranquilícese!
Ahora mismo voy, no se preocupe, no se habrá ido lejos… si, si, adiós hasta
ahora – y cuelga, estoy desconcertada por lo que han hablado y quien era el
interlocutor, ahora Fiora esta alterada e inquieta.