martes, 17 de noviembre de 2020

UN PROPÓSITO MÁS GRANDE - CAPÍTULO 3

La prisión del sol

Desperté seguramente horas más tarde en una fría y oscura celda, aunque más bien parecía un agujero excavado en la roca. Sin ventanas, sin muebles, ni siquiera un camastro donde echarme ni un lugar donde asearme. Me habían despojado de mi armadura, quedándome con una fina camiseta y mallas.

Estaba dolorida, me sentía como si me hubieran dado una paliza, me recosté con cuidado contra la gélida pared y me rodeé con mis brazos para mantener el calor todo lo que pudiera. No sabía lo que me deparaba el futuro. Bueno, si lo sabia...aunque no quería asumirlo, evidentemente estaba condenada a muerte. Porque, ¿Qué suerte iba a tener sino? Los Solari no habían olvidado lo que hice.