Pillada
Abro la puerta curiosa, unas
manos me abordan y me agarran de los
hombros zarandeándome bruscamente.
- Acabo de ver a Talon salir por
el portal, cuéntame, cuéntame…
- Syndra… buenos días
- Sí, sí, buenos días, ¿pero dime
¡¡qué ha pasado!!? – Levanta las cejas varias veces y sonríe ampliamente –
además ayer quedaste con él, ¿no?, ¿qué tal la cita?
<< ¡Relájate muchacha!, hay
que ver cuanta energía tiene por la mañana… >>
Nos sentamos en el sofá y en la
media hora siguiente le cuento a la desesperante Syndra lo que ha pasado desde
ayer cuando quedé con Talon, me lo preguntaba todo.
- ¿Y quién se declaró? –
pregunta excitada
- Él tomo la iniciativa de
besarme – sonrío – me dijo que “prefería demostrar que decir”, no hicieron
falta más declaraciones
- ¡Ohh! Qué bonito y ¿cómo te
sentiste? – me pregunta con ansia
- ¡Bien!, ¿cómo me voy a sentir?,
como si flotara – recuerdo las sensaciones, el calor, y un sudor frío
recorriendo mi espalda – bueno, no me esperaba esa reacción por parte de él,
pero lo deseaba tanto que me pareció el mejor beso del mundo, aunque
seguramente no fue tan maravilloso como imaginé
Syndra me abraza enérgicamente y
sigue con sus preguntas, le explico porque se quedó a dormir mientras preparo
un zumo de frutas en la licuadora para las dos.
- Por cierto – Syndra duda, pero
continúa hablándome – ¿qué te parecería hacer nosotras y nuestros amigos una
escapada rural?, el verano se acaba y me gustaría divertirme todos juntos antes
de empezar con la rutina