martes, 17 de noviembre de 2020

UN PROPÓSITO MÁS GRANDE - CAPÍTULO 3

La prisión del sol

Desperté seguramente horas más tarde en una fría y oscura celda, aunque más bien parecía un agujero excavado en la roca. Sin ventanas, sin muebles, ni siquiera un camastro donde echarme ni un lugar donde asearme. Me habían despojado de mi armadura, quedándome con una fina camiseta y mallas.

Estaba dolorida, me sentía como si me hubieran dado una paliza, me recosté con cuidado contra la gélida pared y me rodeé con mis brazos para mantener el calor todo lo que pudiera. No sabía lo que me deparaba el futuro. Bueno, si lo sabia...aunque no quería asumirlo, evidentemente estaba condenada a muerte. Porque, ¿Qué suerte iba a tener sino? Los Solari no habían olvidado lo que hice.

viernes, 2 de octubre de 2020

UN PROPÓSITO MÁS GRANDE - CAPÍTULO 2

Uno de vosotros


Cuando desperté me encontraba en una habitación oscura y sin ventanas, como si estuviera dentro de una cueva, tan solo iluminada por una pequeña vela que prendía sobre una modesta mesita. El cuarto era sorprendentemente cálido, retiré las mantas que me tapaban y una toalla mojada que me cubría la frente, me incorporé. Me sentía totalmente aturdida y perdida, el último recuerdo que tenía era de estar dando vueltas en aquella avalancha cuando me alcanzó, <<pensaba que había muerto, ¿Qué habrá sido de Zed y el resto? ¿Consiguieron llegar al otro lado? ¿Escaparían del alud?>>. Me sujeté la cabeza dolorida y decidí no pensar más en ello por el momento, volví a ponerme la toalla mojada y fría. Oí unas voces que se acercaban.

jueves, 17 de septiembre de 2020

UN PROPÓSITO MÁS GRANDE - CAPÍTULO 1

Nueva misión


Kayle nos había llamado de nuevo a la base. Había disfrutado de una pequeñas vacaciones después de toda la movida de la explosión de Piltover y la exhaustiva búsqueda para encontrar a Jinx, pero, tocaba volver a la rutina del trabajo.

Llegué como siempre apurada de tiempo, cuando ya estaban todos reunidos a falta de la jefa, Zed como siempre me guardaba un hueco a su lado. Me guiñó un ojo cuando me acerqué.

- Vamos tardona.. - sonrió, yo apreté los morros avergonzada y devolví la sonrisa

Justo en ese momento apareció Kayle por el arco de la puerta con sus alas plegadas y sus andares elegantes aunque enérgicos, subió a una plataforma con un proyector justo delante de nosotros y todo el mundo se calló. Colocó sus manos sobre la balaustrada de metal.

- Buenos días compañeros, espero que hayáis descansado todos desde vuestra última misión. Se que han sido pocos días, pero la justicia no descansa - se encendió la pantalla a su espalda y ella se apartó a un lado para que pudiéramos ver. 

Apareció un objeto pequeño, más pequeño que un puño, era esférico y de un plateado muy brillante, además de cóncavo por el centro, también poseía incrustaciones de piedra lunar por el borde y ónice negro en el centro dibujando una luna creciente. Parecía tener una cadena engarzada como si fuera un medallón <<¿Será eso lo que creo que es? se parece a algunos de los objetos del libro que vi en el templo>> . Kayle continuó hablando.

 - Nuestros investigadores han encontrado la existencia de esta pieza en numerosos libros, pero hasta ahora no sabían su utilidad o donde podía encontrarse - dijo señalando la fotografía que se proyectaba en la pantalla - Esta es la reliquia Lucidum Lunae, se dice que es un potente canalizador de la energía proveniente de la luna, puede captar la luz, retenerla y dispararla como un potente haz de luz capaz incluso de derretir el carbono puro, es decir a más de 3500 Cº.  - << ¡Lo sabía! No podía equivocarme con esto, seguro que es como el del libro... es de los Lunaris>> - algunos de vosotros habéis sido seleccionados para ir a buscarlo y dejarlo a salvo aquí para estudiarlo, queremos saber más de esta tecnología.. además evitaremos que caiga en malas manos - miró a todos los presentes atentamente - Zed, Nicole y  Marcus os he escogido para esta tarea, acercaos para daros detalles sobre cómo proceder en la misión, el resto podéis retiraros - sin reproches el restó se retiró después de realizar un marcial saludo, todos salvo yo.

viernes, 14 de agosto de 2020

EN BUSCA DE MI DESTINO. CAP 2

La maldición del hereje

Tenía mis manos y mi espada manchadas de sangre de los sabios, aturdida por la atrocidad que acababa de cometer vi la cara de espanto de Leona, que miró incrédula toda la escena que acababa de pasar, llorando se acercó a los ancianos y cogió a uno entre sus brazos, estaba suspirando su último aliento.

-¡¡Asesina!! - me gritó con furia

Retrocedí confusa y respirando agitadamente.

- No me dieron opción - me defendí - iban a matarme, yo... no quería que esto pasara... yo... - pero entonces oí los gritos de los guardias que venían desde todas las partes de la ciudad a por ella

Salí del santuario corriendo y crucé las calles entre lágrimas, tenía que huir al bosque, volver al templo y buscar a aquel hombre, buscar a mi gente, a los Lunari.

Me interné en el frondoso bosque de nuevo, ahora a plena luz del día era más fácil orientarse y esquivar los obstáculos, escalé unas rocas para tener una vista panorámica del lugar. Vi como el bosque rodeaba toda la montaña y cuanto más alzaba la vista más blanca se veía la cumbre por el manto de nieve y hielo que la cubría, la arboleda también revestía los montes cercanos y más abajo se hallaba la ciudad de los Solari y un pequeño lago, las personas apenas eran puntitos distinguibles desde aquella distancia. Más allá de la ciudad solo había yermo, un páramo rocoso, áspero y árido que se extendía más allá de donde alcanzaba la vista.

Me quedé allí sentada a la sombra de una roca durante largos minutos, reflexionando sobre lo que había hecho y que camino tomar a partir de ahora. Miré mis manos, me temblaban levemente, retiré la sangre seca que aun tenían. Cerré los ojos y dejé caer unas lágrimas, pensando en lo que iba a dejar atrás y en Leona, a quien seguramente no podría volver a ver.

jueves, 6 de agosto de 2020

CAZAR O SER CAZADO PARTE 7

5:36

Durante unos segundos hubo un silencio abismal, tan abismal como la calma en el ojo del huracán, de repente, un estruendo ensordecedor hizo temblar las paredes del edificio, todas las estructuras de metal de la ciudad bajo Piltover vibraron por la explosión que había sucedido arriba, empezaron a mezclase con los gritos de miedo e histeria colectiva. Algunas estructuras caían y se derrumbaban sobre Zaun.

El edificio no parecía estable, como en un terremoto los muebles de la habitación empezaron a temblar. Primero cayeron unas vasijas y jarrones que decoraban el armario, en cuanto empezaron a estrellarse contra el suelo aparté a Jinx de su lado arrastrándola del perchero al que estaba amarrada. El armario terminó tumbándose también, así que hice bien en alejarla de él para que no la aplastara.

Cuando parecía que todo había parado de temblar intentamos movernos hacia la puerta, pero no fue una buena idea, el edificio había sufrido daños y amenazaba con caerse el techo sobre nuestras cabezas.

-Tenemos que salir de aquí o se nos caerá el edificio encima - declaré seria
-Noooo, no quiero separarme de Espinas “no te preocupes por mi querida, es mejor que le hagas caso a esta señorita”; ¡Cállateeee! - dijo pataleando a la pared, obviamente ignoré sus comentarios de zumbada

La cogí de las ataduras soltándola del perchero y la volví a sujetar con las manos a la espalda, tiré de ella para arrastrarla fuera del edificio. Nos movíamos deprisa evitando los ladrillos que amenazaban con aplastar nuestras cabezas, así como el vaivén de los muebles y decoración del hotel. Casi no quedaba ningún cuadro bien enganchado a la pared. Cuando íbamos a salir por la puerta principal retrocedimos porque la planta superior empezó a derrumbarse sobre la entrada, cambié de ruta hacia el comedor para intentar salir por la puerta del servicio. A pesar del desorden no fue difícil encontrarla, esta vez si pudimos salir, aquella puerta daba a un callejón oscuro y maloliente.

sábado, 18 de abril de 2020

EN BUSCA DE MI DESTINO. CAP 1

Aquel hombre del templo

Hacia un día helador, un día de invierno de los que no se ven muchos en la ciudad, donde el frío cortaba la respiración y hacia daño en la piel como cuchillas. No recordaba un día así desde los inviernos en el monte Targon en mis años mozos, antes de que se descubriera lo que era realmente, una Lunari.

Retiré un poco la cortina de la venta y miré fuera, había empezado a nevar, veía como caían los primeros copos y como se empezaba a cubrir todo con un velo blanco. Empecé a recordar... como si estuviera esos días invernales en la montaña que me vio nacer, casi sentía lo que allí había... el olor a sándalo en la biblioteca mezclado con el olor a polvo y pergamino de los libros viejos, el crepitar de las velas  y el eco espectral que nunca desaparece en el templo, y... y la sangre del consejo que cubrió el suelo de manchas carmesí el día que me acusaron de hereje y me condenaron a  muerte, ahora ese lugar si era la morada de fantasmas y espectros del pasado, yo lo convertí en eso... moví la cabeza al rememorar ese día.

"...Era una noche de frío invernal, me removía en la cama tirando de la manta mientras me hacía un ovillo, pero no funcionaba y se me estaban quedando los pies helados. Me levanté aún cansada y me puse algo más ropa encima, además de otro par de calcetines, froté mis manos para entrar en calor y me las acerqué a la cara para echarles algo de vaho. La habitación estaba muy iluminada gracias a la luna llena que fuera brillaba, me asomé a la ventana para observarla mejor. El cielo estaba despejado y la hermosa luna brillaba solitaria en la bóveda celeste, me invitaba a salir a observarla. Me calcé las botas y cogí mi capa para salir a la terraza.