Cacería
- ¿Crees que puede ser un hechizo
de esa bruja? – pregunta Zed
- ¿Morgana? – Asiento – no me
cabe la menor duda
Avanzamos siguiendo las pistas destructivas
que ha dejado tras de sí el supuesto “oso”, después de un rato andando, aun
dentro del centro de la ciudad, alguien se acerca a nosotros corriendo.
- ¡Eehhh! Detente – grita la
mujer que corre – Alto en nombre de la ley
Nos giramos y paramos, es un
policía.
<< Me suena su cara, la
sheriff Caitlyn>>
- ¿Hacia dónde os dirigís? –
pregunta en tono amenazante
- No tenemos por qué decirlo –
replica Zed – no es de tu incumbencia
- Te equivocas, si lo es, estamos
investigando en esa zona, es acceso restringido – mira enfadada a Zed – Una
fiera anda suelta por la ciudad destruyendo todo a su paso, es peligroso – se
queda pensando mientras nos observa – por cierto… – detiene la mirada en mí y
me mira fijamente – me suena tu cara… tú eres Diana, te he visto varias veces –
me señala varias veces con el dedo mientras lo dice, se queda pensativa
- Si, ¿y tú la sheriff Caitlyn y
qué? – pregunto
- Pues que últimamente cada vez
que llaman a la policía te encuentro, y estoy empezando a preguntarme si tienes
algo que ver en los últimos sucesos, no confío nada en ti ¿sabes? – me contesta
La miro con cara indiferente,
Caitlyn sigue hablando.
- Quizás debería arrestarte por
si acaso, para tenerte controlada y así no me causes ni problemas ni más
trabajo
Pongo cara de sorpresa y Caitlyn
saca las esposas y juguetea con ellas, les da vueltas alrededor de su dedo
índice.
<< Realmente se lo está
pensando si arrestarme o no>>
Iba a replicar, pero Zed
interviene antes de que abra la boca.
- Ni se te ocurra, quizás gracias
a ella la policía tiene menos trabajo de lo que debería – a continuación le
arranca las esposas y rompe la cadena
<< ¡Ohh! Me está
defendiendo que sorpresa >>
- ¡Ehh! – se queja y desenfunda
su pistola apuntándole – como te atreves a burlarte así de mí, no te paso ni
una más un solo movimiento de mis dedos y te vuelo los sesos