martes, 1 de julio de 2014

POSESIÓN INFANTIL (PARTE I) - CAPÍTULO 4

Huir y escapar


<< Estoy desconcertada, no sé qué hacer, no puedo avisar a Kayle, no puedo huir y dejar a Annie aquí con esa bruja, no puedo luchar, no puedo ayudar…>>

De repente, un rayo cegador cae del cielo  como un relámpago, me tengo que tapar los ojos ante tanta luz, Kayle va tomando forma.

<< ¿Cómo se habrá enterado? >>

Con su espada justiciera rompe la prisión de la niña y la bendice con su gracia divina para interrumpir el ritual. Morgana furiosa le lanza un hechizo, pero con rápidos reflejos el ángel lo detiene con su espada. Kayle inicia una lucha con su hermana, le ataca continuadamente con su fervor sagrado pero Morgana absorbe su daño mágico con un escudo protector creado con magia negra, aunque Kayle controla los pasos de Morgana, lleva años enfrentándose a ella, está preparada y quiere ganar.

Oigo como rugen con cada estocada y contraataque, mientras pelean recojo a Annie del suelo, esta inconsciente y la llevo a un lugar seguro.

<< Parece tan débil e inocente en ese estado…>>

Lleva los ojos con el maquillaje corrido por el calor y su desconsolado llanto cuando estaba dentro de la jaula, también tiene a su protector oso en la mochila, aunque ahora también está dormido.

Kayle ha tomado un ultimátum, inflama el arma y la blande ferozmente contra su hermana para atravesarla con la llama celestial, pero inesperadamente Morgana escapa bajo un infecto suelo de tierra maldita que se la traga cómo si fueran arenas movedizas, solo se oye su risa burlona al desaparecer.

<< Ha huido la cobarde... >>

Kayle decepcionada por no haber podido vencerla, es una derrota que manchará su honor. Me mira seriamente y sin decir palabra levanta sus grandes alas y volando desaparece en el oscuro cielo.
Intento reanimar a Annie, pero es inútil. Oigo un crujido a mis espaldas.

<<A lo mejor ha vuelto Morgana… >>

Saco un cuchillo de la bota y me giro rápidamente dispuesta a atacar con un brazo delante para protegerme. Zed está de brazos cruzados detrás.

- ¡Tranquila! Pasaba por aquí cerca y oí mucho jaleo, por eso me acerqué a ver qué pasaba, además si hubiera querido hacerte daño ya estarías sin vida en el suelo – sonríe burlonamente como si fuera superior a mi
-  ¡Joder  que susto, cabrón! – Le grito, hago caso omiso a lo que me ha dicho – déjame tu teléfono por favor, he perdido el mío

Me lo lanza y lo cojo al vuelo, llamo a una ambulancia para que venga  a por Annie y aviso a Fiora para que venga con Elizabeth y poder contarle esta aventura nocturna. Lo ocurrido no solo atrajo a Zed, también a bastantes transeúntes que esperan fuera del recinto. Mi compañero fuerza la cerradura y salimos.

<< Cuanta gente… parece una feria>>

Llevo a la niña en brazos y miro duramente a mí alrededor buscando a Fiora, está al lado de la ambulancia. La gente rumorea y miran sorprendidos a nuestro paso, pero se apartan formando un corredor, los sanitarios y Elizabeth corren a atender  a Annie, Fiora corre hacia mí y me abraza dándome las gracias, yo también le rodeos con mis brazos.

- Que bonito… pero tengo hambre y llego tarde a una cita con tu compañera de piso – dice Zed

Fiora le mira con mala cara y Zed levanta los hombros y las manos y abre los brazos con las manos extendidas como diciendo “no me culpes, soy así”.

- La verdad es que estoy cansada y mañana voy a tener agujetas de estar tanto tiempo agachada en cuclillas – comento a Fiora
- Bueno… pues descansa, buenas noches – se despide y me da otro fugaz abrazo
- Adiós – digo


Camino exhausta al lado de Zed hasta casa.

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